Ph: Lucila Cummins
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Makeup: Caro Fernández con productos Clarins París.
El proyecto que culminó en la publicación de dos tomos compilando los escritos de KennetKemble, surgió desde la inquietud de su hija Julieta, que sintió la necesidad de completar y poder compartir tanto (y valioso) material, resultado de gran parte de una vida, dedicada (también) a la escritura. Kemble fue crítico de arte del Buenos Aires Herald entre 1960 y 1972. Este talento le dio la posibilidad de expresar sus ideas tanto desde su obra artística como desde el debate crítico en relación a determinadas líneas de pensamiento ligadas a la valoración del arte con las que no concordaba. Teniendo la peculiar oportunidad de poder expresarse con igual contundencia y autoridad, tanto desde el arte como desde la crítica escrita.
Julieta es la directora del proyecto y estuvo involucrada en todos los detalles, con Florencia Batitti trabajaron sobre los textos desde el comienzo y luego se sumó Justo Pastor Mellado, quién trabajó durante diez días ininterrumpidamente con el enorme archivo de material. Finalmente, decidieron publicar dos libros: uno con toda la crítica de arte que Kemble escribió para el Buenos Aires Herald y otro con sus conferencias, prólogos y demás escritos. Los libros tuvieron su presentación en arteBA y actualmente pueden conseguirse en la librería de Malba, Yenny y El Ateneo. Próximamente se los estará presentando en la Maison de las Ameriques Latines en París, y en esa misma ciudad, se realizará una muestra de archivo en la Embajada Argentina. Además, el año próximo tendrá lugar una muestra en Malba, también como parte del Proyecto Kemble.
Cuál es la trascendencia histórica de la obra de Kemble?
Mi padre era un ser excepcional: fue parte de un contexto de los ‘60 y uno de los primeros que agitó la escena en un ámbito muy conservador. Su gesto mas destacado fue el de abrir puertas, realizó una gran ruptura abrió una grieta por la que luego otros se colaron.Tenía alma de agitador de gestor, de hecho curo la mayoría de sus muestras, incluso la última que fue La rebelión de los Gerontes. Fue una persona muy informada, tenía una educación más alta que la media, leía en ingles y el francés y lego escribía en ingles y en francés también. Leía a Nabokov (Tomas Abraham comienza su libro sobre Navokov diciendo que la primera vez que escucha el nombre de este escritor fue de la boca de mi padre). Kemble creó una muestra que se llamó Arte Destructivo años antes que suceda en Londres, fue revolucionaria en Buenos Aires y causó tanto rechazo y estupor como sus obras de chapas y de trapos de piso.
Fue Kemble un conceptual?
Kemble no fue un artista conceptual, fue un pintor, su vínculo mas profundo siempre estuvo ligado a la pintura, sin embargo muchas de sus acciones en los 60' tienen un claro anclaje en lo conceptual -arte destructivo, 1961 galería Lirolay, GATO 63’, investigación sobre el Proceso de la creación, 1966- que precede el Di Tella en los 60’ y el CAYC en los 70’. Se trataba de experiencias gestadas por Kemble junto a artistas como Víctor Grippo, Antonio Segui, Enrique Barilari, donde buscaban experimentar, correr los límites del arte, provocar al público, molestarlo, investigar el propio lenguaje del arte. Kemble guardó en su archivo todas las cartas que el público ofuscado y furioso le dejaba en estas exposiciones, él se regocijaba con esas respuestas. Kemble se regocijaba en esta no aceptación por parte del público. RaulRusso fue su profesor, lo admira y respetaba muchísimo, Rafael Onetto, fue otro maestro suyo muy apreciado por el. Jorge de la Vega, era uno de sus artistas favoritos, tanto que escribe en el Herald, pocos meses después de la muerte de de la Vega, un artículo llamado: "Porque De la Vega es ignorado?"
Yo diría que fue un rotundo provocador, eso lo heredé yo: mi padre decía de su abuela, que era escocesa, que decía lo que pensaba sin importar a quien tenía enfrente, quienes me conocen pueden decir lo mismo de mi. Podríamos hacer un lazo de sensibilidades y similitudes: mi bisabuela nacida en Madras, India por el empleo de su padre, estudió pintura el 1880 en Francia y en Londres donde conoció a su futuro marido, un comerciante alemán, quien luego partió hacia América y ella lo siguió con su piano de cola. Ese carácter, esa frontalidad lo heredo él y luego yo.
Quienes fueron los artistas amigos de tu padre?
Los amigos de mi padre fueron López Anaya, Raul Santana, Rómulo Maccion, Víctor Grippo, Luis Wells, Josefina Robirosa, esos son personajes que veía en casa y con los que compartíamos momentos.
Heredaste de él tu energía punk?
Yo trabajé de todo y en todos lados. Viví en Argentina, en NY, en Ibiza, en Madrid, en Milán, en Roma. Trabajé de mesera, de modelo, en oficinas, de gerente de locales, de actriz. Estudie comercialización, religiones comparativas, periodismo, teatro con Joy Morris, con Beatriz Matar, con Utha Hagen y por último licenciatura en historia del arte y algunos cursos en la Universidad del Cine y con Julio Sánchez. Mi padre se descolocó mucho y estaba chocho cuando vio que me convertí en una alumna excelsa, me becaron en la UP, leía y analizaba el Capital de Marx, Adorno,Horheimer, teóricos del arte, Barthes, Bourdieu, Sontag.
Sabés de arte. Cómo crees que es el medio artístico? Qué aportó tu padre?
No me gusta el ambiente del arte en este momento, yo tengo una visión mas romántica y si se quiere de izquierda en relación al arte y no termino de digerir el tema del mercado y la legitimidad que a través de este se le da a los artistas y a sus obras. Todo es muy circunstancial, si estás en el lugar indicado y te haces amigo del personaje que corresponde, entonces tenés posibilidades. Sino, aunque tu obra sea rotunda, no va.
Me repugna el chupamedismo masivo y legitimizado. En realidad, soy un personaje que se mueve feliz pero con convicciones demasiado intransigentes. Para mí, un artista no puede crear para vender, si un pintor pinta para vender esta haciendo una mercancía, tal vez es un poco antiguo lo que digo, me quedé un poco apegada al pensamiento crítico, pero entiendo que tiene que haber cierta libertad creativa y cierto desparpajo que no veo en los jóvenes artistas, veo una inclusión en el mercado o una exclusión total.
Veo modas y personajes ignorantes que las compran y desde ahí comienza una legitimación con la que no estoy de acuerdo. He visto pulular por las ferias personajes que asesoran sin ningún criterio, que seguramente nunca han leído un libro sobre estética ni sobre historia del arte. Veo empresarios textiles, financieros, o de otros rubros devenidos en grandes mecenas o coleccionistas que lo único que hacen es moverse por esnobismo y buscan posicionarse en un lugar de prestigio, que por desgracia terminan ocupando ya que los reales valores de nuestra historia y de nuestro ámbito cultural no les queda otra que moverse marginalmente porque no tienen acceso a los grandes medios, ni tienen acceso a las grandes invitaciones ya que nunca son personajes “vip”.
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